Me lo llevé a un sitio apartado deseando probar su culito

Le prometí que lo llevaría a un sitio tranquilo para poder enrollarnos, y quizá pensó que acabaríamos en un hotel o algo así. Cuál fue su sorpresa cuando acabamos en una vieja casa en ruinas, en un sofá cochambroso y abandonado... Desde luego, el plan era diferente, y me tuvo que reconocer que le estaba poniendo cachondo. Así que lo abordé como sé que le gusta, rudo, como si lo hubiera secuestrado, forcejeando de broma con él mientras mi polla erecta se abría paso en su deseable culo.