Que sí anímate que ya verás cómo te gusta mi pollón negro

Tuve que utilizar todos mis encantos, pero al final me follé a este muchachito blanco. Le empecé a besar con dulzura mientras lo convencía para que se desabrochara otro botón de la camisa, y luego otro... Yo ya iba en shorts y la polla me abultaba un montón, sabía que los penes negros le gustaban y que no tardaría en convencerle para que se quitara él también los pantalones. Le aseguré que le iba a gustar, que iba a disfrutar de verdad mi polla negra.