
Menos mal que estaban solos en la piscina y no había nadie en la zona de picnic, sino la cosa habría estado entretenida. Los chicos se gustaron en la piscina, se echaron un par de miradas y se fueron a esa zona, algo más tranquila a follar. Con la crema solar haciendo de lubricante anal y la mesa de madera de cama improvisada, se pegaron un polvazo a pleno sol alucinante.