La mejor terapia una buena paja

La mejor terapia que me hizo mi doctor fue la de aquella mañana. Me tendió en la camilla, me hizo desnudarme y comenzó a explorar mi cuerpo, mi culo, hasta que finalmente se detuvo en mi polla, y no veáis cómo me la puso, nunca me habían hecho pajas así de buenas, usando las dos manos, acariciándome con pericia médica los huevos. Vamos, me curé de todo...