
Debían tenerse muchas ganas estos dos chicos. Una porque nada más llegar del viaje y estar en la habitación del hotel, uno llama al otro para que vaya a verlo. Y dos, porque solo llegar se ponen a follar y lo hacen con una pasión brutal. Hay momentos que el pasivo mira al activo con una cara, que parece que le está haciendo hasta daño, pero yo creo que así es como le gusta que le follen.