
Estaba indeciso, no sabía cuál de estos dos culos me apetecía más follarme, así que los invité a los dos a casa, me recosté en mi enorme sofá y les dejé hacérmelo a la vez como en un casting para ver con cuál me quedaba, y la verdad es que me lo pusieron realmente difícil, los dos la chupaban muy bien y me excitaban por igual con esos traseros, esas boquitas suyas, y qué decir de sus pollas... Al final tomé la mejor decisión posible: montarme un trío con ellos.