
Los dos chicos coincidieron en el gimnasio. Uno estaba haciendo elíptica y el otro ejercicios en un banco. No paraban de mirarse, se notaba que iba a pasar algo y aun y que llegaron a la habitación del hotel y no se pusieron a follar en el mismo gimnasio. Un buen sesenta y nueve para calentar polla y culo, y se pegaron un polvazo brutal.